lunes, 10 de agosto de 2009

Crisis es el debut discográfico de Motorama


Disco: Crisis
Artista: Motorama
Año: 2009

Por Gastón Martínez para El Mundo Entre Las Manos Virtual

  En la era del pro tools donde cualquier disco suena bien, no muchos suenan tan urgentes y directos como “Crisis”; debut discográfico de Motorama, que contó con la producción de Mariano Esain y la masterización de Álvaro Villagra. Un disco repleto de swing, donde fluyen diferentes matices vocales, corales y de géneros: rockabilly, surf, pop, combinados con actitud punk y, con la potencia visceral que proporciona el formato power trío.
Suerte de eslabón perdido entre Gonna Ball (Stray Cats) y London Calling (The Clash), pasando por el minimalismo de Los Casanovas y Los Twist.
El larga duración arranca con “Intro o rama”, un track potente y frenético, que contó con la participación de: Hugo Lobo (Dancing Mood), Los Cadena Perpetua, Carlos Tapia (ex Turf), Mariano Goldenstein (Nuevas Reises) y Pato Esain; donde los Motorama rockean como si no tuvieran tiempo que perder, y presagian con no dar respiro.
“Chicas finas” pide pista avivado por el machaque de Nico Valle en el contrabajo, retratando una postal sesentona donde prevalece el look de fijador y raros peinados viejos.
“Mirando al cielo”, es una canción de melodía pop con ribetes punk, que concluye con un degrade de sintetizadores con Nicolas Colombo como invitado; mixturas que explotan en “Venganza”, similar a una oscura película lado “B”, donde el sonido valvular adquiere un rol significativo, entre el pedal stell que va zigzagueado por el diapasón de la viola, similar al movimiento de una serpiente de cascabel. Siguiendo la misma línea estética irrumpe “Campanas”, acentuando la percepción de cada instrumento, mezclando los coros y la voz de una manera exquisita. Le sigue “Crisis”, canción que da nombre al álbum, dueña de una melodía beat cuyos versos nos abren una ventana hacia alguna parte.
“Bajo tierra”, nos transporta al lugar común que se experimenta cuando el dolor nos purga el alma, y busca encontrar una catarsis inmediata.
Con “Buenos Aires”, se percibe el retrato de una postal que va mutando con el paso del tiempo y los pasatiempos que uno experimenta. Continuando el recorrido nos encontramos con “Camila pop” un rockito corto y pegadizo con gancho popero, y “100 Tattoos”, letra que habla de lo adictivo que pueden resultar la combinación de tatuajes y dolor; para reunir a todos los invitados incluido H. Lobo (trompeta) y Manza Esain (melotrón) en “Luz Mala”, quizás la mejor canción del disco, donde un climax épico alienta al mejor estilo Western a desenfundar algunas guitarras con el volumen adecuado, y surfear por algunas cabezas avivados al son de: “No voy a dejar de ser el mismo de antes”, con puños apretados y la juventud punk al palo.
Siguiendo la intensidad extrema las últimas dos canciones fluyen con particular sutileza: la primera es “24 horas”, que intercala platos y bombo como un reloj siderúrgico, Lulo Esain esparce chispas por todo el lugar al mejor estilo palero de Keith Moon; para bajar la cortina con una impecable versión de “Do anything you wanna do” clásico de Eddie & the hot rods, con Campino (Die Toten Hosen) como invitado de lujo, coronando un debut que se retrasó un poco más de lo debido.

No hay comentarios: