domingo, 30 de agosto de 2009

Fuerza Natural, una majestuosa obra de Cerati


Disco: Fuerza Natural.

Artista: Gustavo Cerati.

Año: 2009.


por Santiago Ramos


Mañana sale a la venta Fuerza Natural, el nuevo álbum de Gustavo Cerati, sucesor del exitoso Ahí Vamos.
Si bien del ex Soda Stereo parte de la prensa y el público siempre espera un gesto de vanguardia para el rock argentino, aquí prevalece el desarrollo del estilo del autor, cada vez más propio y fino. En líneas generales no suena tan folkie como se insinuó en la previa de la edición, aunque algunas canciones presentan ese clima.
El primer tema es “Fuerza Natural”, cuya letra es en co-autoría con su hijo Benito, quien ya había trabajado en el antecesor. Un exquisito arpegio de guitarra va creando el clima junto a programaciones, para que el bajo le dé cuerpo. “Sé que dios es bipolar, cambiará como el mar lo que siento, es algo natural”, quizás el autor sea autoreferencial en este estribillo, asumiendo su vida camaleónica. Luego viene un mínimo pasaje progresivo, para continuar con el clima viajero de la canción.
El tema siguiente es el conocido “Dèjá vu”, manteniendo la línea new wave de este milenio que ya había insinuado en temas anteriores como “Bomba de Tiempo”.
“Magia” es una canción bella con guitarras típicas de Gustavo, “las cosas brillantes siempre salen de repente, como la geometría de una flor. Es la palabra antes que tus labios la suelten”, dice una de sus frases. En este caso muy certera, ya que los temas del disco fueron compuestos en sólo dos meses (septiembre y octubre de 2008). También expresa un breve destello referente a lo natural, pero sin dejar tan claro el mensaje, concepto estético defendido a rajatabla por el autor: importa más el sonido de las palabras (significante) que el significado. Aunque como en toda poética, si uno busca mensajes, los encuentra. En la letra, su convoy es el cantautor Adrián Paoletti.
“Amor sin rodeos” invita al viaje y a la aventura. Con ritmo más pegadizo y un primer atisbo Folk. Hay mención a las llanuras, a pequeños pueblos, al campo, etc. El sonido del lap steel de Byron Isaac (músico que también colaboró con Elvis Costello y Ryam Adams) le da una impronta de psicodélia.
En “Tracción a sangre” continúa el sonido folkie, esta vez basado en guitarras acústicas. La temática pampeana prevalece, y como musa funcionó la chacra que el cantautor tiene en San Ignacio, Uruguay.
El sonido new wave vuelve a encender el ritmo en “Desastre”, y “Rapto” que se perfila como un posible hit con su pegadizo estribillo “¡No te suelto más!”.
Con el terreno bien preparado por temas bailables, entra en escena “Cactus”, una joya de melodía preciosa, con cierta conexión con “Barro Tal Vez” de Spinetta en los tramos en que su estilo es zamba, mientras que los tramos en que muta a chacarera tiene conexión consigo mismo, precisamente con el tema “Sulky” del disco Siempre es Hoy.
Richard Coleman colaboró en la letra de “Naturaleza muerta”, en la que Cerati juega con su voz: hace tonos bajos al estilo Juanse y también pronuncia falsetes agudos.
“Dominó” vuelve a darle un pulso acelerado al disco con ritmo ochentoso, pero al estilo de Ahí Vamos.
En la balada “Sal”, Gustavo demuestra una vez más su virtud de ser un excelente cantante.
Los último tres temas del álbum son verdaderas gemas; “Convoy” de estilo Folk-cósmico en el que la voz suena con efectos y pareciera que se escucha desde lejos. Los climas del final emocionan. “He visto a Lucy”, amaga con terminar el álbum con estilo canción blues, por algunos pasajes de las guitarras que preludian la estrofa: “He visto a Lucy cuando entró a la habitación… vimos luces, y el metrónomo de dios puso el tiempo en suspensión”. Anita Álvarez de Toledo mete los coros en el punto exacto y le da brillo. Sobre el final el ambiente es impresionante, con el saxo de Ale Terán aportando, y un punteo de guitarra descomunal. Acto seguido aparece un track oculto, con arpegio de guitarra. Es una canción con el sello del autor. Finaliza haciendo un conteo hasta trece con analogías, cuando llega al número de la yeta, lo menciona y dice “paremos de contar” dejando un guiño al sentido oculto de ese tema. Inteligente manera de terminar una obra.
Cabe destacar que también participaron del trabajo Leandro Fresco (coros y programación), Fernando Nalé (bajo), Fernando Samalea (batería y percusión), Gonzalo Córdoba (guitarras), Bolsa González (batería), Lucas Martí (batería Simmons), Richard Coleman (guitarra), Sterling Campbell (batería), Didi Gutman (teclados) y Glenn Patscha (piano y órgano). Por su parte el arte de tapa estuvo a cargo de Rock Instrument Bureau.
Las caras de moderno-clásico y la obsesión que tiene el autor por el sonido también se verá reflejado en la edición, que será en vinilo y CD.
Un punto en común de todos los trabajos de Cerati es la perduración y lo importante que es la perspectiva del tiempo para escucharla y descubrir cosas nuevas. Por lo tanto, hay más en el disco de lo que los límites del tiempo permiten escuchar.
Mientras deseamos que llegue la tormenta de Santa Rosa, amenizamos la espera con esta obra de temática natural; tan natural como el paso del tiempo. Cerati cumplió medio siglo el pasado 11 de agosto, y lo festeja con 14 canciones estupendas.

2 comentarios:

Javier (AVIADORES) dijo...

EXCELENTE NOTA SANTIAGO. No esperaba menos de tu exquisito talento para describir la música. Gracias por hacerme escuchar el disco con palabras, mañana mismo salgo a buscarlo. Exitos y gracias nuevamente.

(((THEO))) dijo...

Buenísima nota viejo!!!

Gracias!