Show: Francisco Bochatón y The Bañeros.
Dïa: jueves 3 de diciembre de 2009.
Lugar: Morado Bar.
Ciudad: Córdoba.
Por Santiago Ramos.
Fotografía: Mar Morel.
Francisco Bochatón se presentó nuevamente en Córdoba, más precisamente en Morado Bar, con la excusa de dar a conocer a su nueva agrupación acompañante: The Bañeros, en la que dejó de lado el bajo para oficiar de guitarrista y es acompañado por Nelson Collingwood en el bajo, y los viejos conocidos, Matías Mango en teclados y Quique Ilid en batería.
El pequeño resto bar, por su disposición geométrica, no permitió que el concierto se pueda percibir bien desde todos los ángulos, y que el sonido fluyera en toda su dimensión por todos los sectores.
Pasadas las doce de la noche, Francisco subió al escenario y comenzó el show sin mediar palabra con: “Felíz cumpleaños” , del álbum Cazuela, luego le siguió “Sábado”, de La Tranquilidad Después de la paliza. El sonido fue característico de Bochatón en vivo, con la guitarra bien al frente, las programaciones en un segundo plano y la batería y el bajo bien arriba. También fue característica la entonación que suele presentar en vivo, con fraseos cortados y algunas partes de las canciones habladas.
Una versión más relajada de “La calle” bajó un poco los decibeles, y marcó el inicio de canciones melódicas como: “Canto familiar”, “22:33”, o “Pastillas celestes”.
Luego de un parate, llegó la segunda mitad en la que el cantautor platense se despachó con su costado más eléctrico que incluyó gemas de su ex grupo, Peligrosos Gorriones. No sin antes haber brindado por que se cumplieron 10 años de la disolución de la banda.
Así sonaron, entre otros, “Siempre acampa”, y “Nuestros Días”, que hicieron delirar a la audiencia, que a esa altura había dejado de lado las cómodas sillas y sillones para pararse, saltar y gritar. Francisco se mostró muy contento e interactuó con el público en numerosas ocasiones, bromeando, u ofreciendo que le pidan canciones.
La guitarra sonó como la parte más grunge de The Pixies o de Nirvana, sin los arreglos del gran Fernando Kabusacki.
La cumbia-reggae “Perfume parpadear” marcó el cierre del show, con los asistentes bailando en todo el reducto, y el cantante, por momentos, entonando estrofas de “Inundados” del grupo brasileño Os Paralamas.
Bochatón pasó una vez más por la capital cordobesa dándose el gusto de tocar su gran caudal solista y repasar clásicos de la época de Peligrosos Gorriones con banda nueva. Demostró que sus conciertos son eclécticos, y van desde susurros muy melosos, hasta gritos desgarradísimos.
El pequeño resto bar, por su disposición geométrica, no permitió que el concierto se pueda percibir bien desde todos los ángulos, y que el sonido fluyera en toda su dimensión por todos los sectores.
Pasadas las doce de la noche, Francisco subió al escenario y comenzó el show sin mediar palabra con: “Felíz cumpleaños” , del álbum Cazuela, luego le siguió “Sábado”, de La Tranquilidad Después de la paliza. El sonido fue característico de Bochatón en vivo, con la guitarra bien al frente, las programaciones en un segundo plano y la batería y el bajo bien arriba. También fue característica la entonación que suele presentar en vivo, con fraseos cortados y algunas partes de las canciones habladas.
Una versión más relajada de “La calle” bajó un poco los decibeles, y marcó el inicio de canciones melódicas como: “Canto familiar”, “22:33”, o “Pastillas celestes”.
Luego de un parate, llegó la segunda mitad en la que el cantautor platense se despachó con su costado más eléctrico que incluyó gemas de su ex grupo, Peligrosos Gorriones. No sin antes haber brindado por que se cumplieron 10 años de la disolución de la banda.
Así sonaron, entre otros, “Siempre acampa”, y “Nuestros Días”, que hicieron delirar a la audiencia, que a esa altura había dejado de lado las cómodas sillas y sillones para pararse, saltar y gritar. Francisco se mostró muy contento e interactuó con el público en numerosas ocasiones, bromeando, u ofreciendo que le pidan canciones.
La guitarra sonó como la parte más grunge de The Pixies o de Nirvana, sin los arreglos del gran Fernando Kabusacki.
La cumbia-reggae “Perfume parpadear” marcó el cierre del show, con los asistentes bailando en todo el reducto, y el cantante, por momentos, entonando estrofas de “Inundados” del grupo brasileño Os Paralamas.
Bochatón pasó una vez más por la capital cordobesa dándose el gusto de tocar su gran caudal solista y repasar clásicos de la época de Peligrosos Gorriones con banda nueva. Demostró que sus conciertos son eclécticos, y van desde susurros muy melosos, hasta gritos desgarradísimos.
1 comentario:
Santi, muy buena la crónica del show de Francisco...
saludos!
Publicar un comentario