martes, 29 de septiembre de 2009

El Minúculo en vivo (conciertos de artistas en ascenso) Armando Flores


De la flor al fruto: la madurez



Por Yusúf Oliva
Obsesionado por la perfección de su música, menos verborrágico, y emocionadamente nostálgico, “El Ají” Rivarola, icono de Armando Flores, y del rock chabón cordobés, presentó su repertorio de canciones en Casa Babylon, junto a su banda e invitados.
El show comenzó tres y media de la madrugada casi clavadas.

Armando Flores dejó los escenarios hace un largo tiempo, en las disquerias no se encuentran sus grabaciones, su líder pintaba para emigrar a Méjico pero aun está aquí. De rompe y raja, y tras anunciar su reaparición en un concierto que dio Eruca Sativa el mes pasado, aparecieron este fin de semana. Mostraron su madurez musical, quizás acuñada en este receso, en una maratón de shows que integró tres fuertes recintos rockeros de la ciudad de Córdoba. La banda del “Ají” Rivarola, bajo y voz de Armando Flores, puso en el escenario todo el aplomo profesional de su trayectoria, secundado por Félix Scotto en guitarra y coros, y Nete Ruiz Díaz en la batería.
La casa de Teby, en el bulevar Las Heras, parecía un baile de quince rato antes de todo. Melodías rastafaris, formateaban textos de patito feo en reggaes bailanteros; algunos bailaban. Antes había desfilado por el escenario el grupo del dueño de casa, Los Rústicos, haciendo de buen ánimo agitar a sus fans.
La música comenzó a sonar más fuerte por los autoparlantes. Era el típico “Me gustas tu...” de Manu Chau, que siempre anuncia el inicio del show florero. Corrieron el telón que cubría la escena. De entre una nube de humo, como Nosferatu, apareció bañado en rojo caramelo por un cenit, el pelado y líder de la banda. Los Flores pisaban el cemento de casa Babilon. “Cucumelo” apareció a la banda como el primero de una veintena de piezas musicales que Armando Flores deshojó este sábado de comienzos de primavera.
Con un breve “ buenas noches” y tras presentar al primer baterista que tuvo la formación, Germán Marques, invitado ahora a tocar el primer tema, la banda iniciada en barrio San Vicente, hizo un vertiginoso recorrido por su historia musical en hora y media a puro virtuosismo.
Los que le siguieron, “Desocupados”, “La iguana”, y “Soñaba” no tuvieron casi interrupción. Recién al quinto tema, con “Nos han pelado” vinieron los anuncios de invitados. Primero otro Rivarola, en este caso, “El Titi”, en guitarra, y una dama con violín, Marcela Sanz.
Casi todos las demás interpretaciones tuvieron alguna que otra dedicación: “Caño” festejando, irónicamente, el poder fumar marihuana en el interior de una casa, “Cosa rara” para los reprimidos en la fabrica ex terrabussi, un tema nuevo en el medio, y luego “Cerca de ti” dedicado un hermano que ya no está.También hubo un recordatorio por la desaparición de Alejandro Sokol, cantante de Las Pelotas, en “La forma” con “El negro Roco” de Taq`pela, en el bajo. Tras este nostálgico, y melancólico set, la banda ya estaba asentada sobre el escenario.
También fue invitado “El pelusa” Rivarola, hermano del Ají, exquisito y talentosisimo músico radicado en el D.F. mejicano, que en varios temas acompaño al trío.
La banda mostró un gran crecimiento en lo musical, con varios momentos de profunda inspiración. Cada músico otorgó extraordinarios sonidos a través de sus instrumentos como en “Indecisiones” o “Cosecharan”, donde los solos y los climas estremecieron, al mango, los sentidos de todos. Los punteos santaneados del violero, en algunos pasajes, la percusión suculenta del “Pelusa”, sostenida por el aplomo del “Nete” Ruiz en la bata, en otros, y las terribles bases y solos del “Ají” con las cuatro del bajo, fueron los argumentos más firmes que los floreros esgrimieron el sábado por la noche en la morada del gran Babylon.
Pasada la mitad del show, y promediando la despedida, no faltaron los agradecimientos y el chivo anunciando el próximo concierto. El agradecimiento fue para la gente a la que el calvo líder señaló ”como la causante de su permanencia en la Docta”, y por su puesto a sus hermanos, sobre todo al “Pelusa” al que con gran admiración ilustró como artífice de sus logros.
Para el final, final, se despacharon, entre otros, con: “Leche” “Armando” “Baila el mono” “Carro”, y antes de la despedida, “Cosita buena” para uno de todos los seguidores que se hallaban en la casa. Cerraron definitivamente con: “Don Eufrasio”.
La asistencia técnica estuvo, como siempre, a cargo de “Keruza”, Pato y Cetita, en prensa: “Peni”, y en la producción general: “Evelín”. Gracias a los Flores por estar de nuevo entre nosotros!

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